En la actualidad y en la sociedad que vivimos hoy en día prima la realización personal y profesional, el hecho de decidir tener hijos suele posponerse hasta haber conseguido una estabilidad tanto social como económica. Es entonces cuando en ese proceso de proyecto común de deseo gestacional se ve truncado por algún problema de fertilidad.
En ese momento es cuando se acude a visitar a un especialista de fertilidad, muchas veces es difícil encontrar valor para hablar de este tema ya que la imposibilidad de tener hijos de manera natural es una realidad difícil de afrontar.
Llegado ese momento la pareja empieza a experimentar nuevas emociones ya que empezar cualquier tratamiento de fertilidad conlleva hablar de cosas tan íntimas como la actividad sexual y también los tratamientos son largos y costosos para la pareja.
Debido a todos estos procesos es importante un adecuado apoyo emocional tanto el médico como enfermera, y si es necesario el apoyo psicológico especializado.
La enfermera juega un papel muy importante ya que tiene un trato muy personalizado con la pareja y es más accesible para dudas, consejos y que el paciente cuente sus ansiedades.
Por todo eso la enfermera facilita la comunicación y trata de hablar del tema con total naturalidad para intentar calmar y aclarar la información recibida.
El vínculo que se llegue a crear durante este proceso, ayuda a asimilar mejor el procedimiento del tratamiento y contribuirá a facilitar el éxito, ofreciendo un trato más cercano y humano con la pareja.
Leave A Comment