Las afecciones vulvo vaginales son extremadamente frecuentes en la época estival, pues el calor, el exceso de sudoración, etc; pueden provocar picor, escozor, enrrojecimiento, aumento de flujo e incluso dolor.
La humedad y los baños en el mar o la piscina, dejarán los bañadores húmedos durante horas, lo que preparará una situación idónea para la aparición de gérmenes, que pueden colonizar la zona vaginal.
También tiene un papel importante el aumento de la actividad sexual en verano, así como la depilación, en ayudar a las infecciones y molestias de la zona genital externa.
Para evitar la aparición de dichas molestas afecciones deberemos tener en cuenta:
– Cambiar los bañadores mojados
– Evitar depilaciones rápidas, y sobretodo realizarlas en perfectas condiciones de higiene.
– Usar preservativos en la mayoria de los casos, en condiciones de máxima exposición.
– Evitar en cualquier caso la automedicación.
Papel aparte juegan las infecciones de orina, las famosas cistitis, y en general las molestias de las vías urinarias bajas, que suelen desencadenarse por la propia deshidratación estival, lo que conlleva una orina más concentrada, así como las relaciones sexuales más habituales, y que se realizan con la vejiga llena de orina.
Para evitarlas es importante tener en cuenta:
– Mantener una adecuada hidratación, con la ingesta de 1.5 litros de agua al dia, mínimo y alimentos acuosos como las frutas, etc…
– No retener la orina, yendo a orinar siempre que exista la sensación.
– También es aconsejable vaciar la vejiga, antes de mantener relaciones sexuales.
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