¿Que es la endometriosis?
La enfermedad denominada endometriosis, se define como la aparición y crecimiento de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina, donde tiene su función, extendiéndose principalmente a los órganos de la cavidad pélvica, así como a las paredes de la misma.
Es ahí donde se producen acumulaciones de tejido endometrial, que puede seguir el ciclo hormonal de la mujer, generado material menstrual en pequeñas bolsas, diseminadas por la cavidad pélvica, que al no ser eliminadas por la propia menstruación, pueden ir creciendo paulatinamente, provocando dolor y disfunción ahí donde se implanten.
Sintomas y consecuencias de la endometriosis
Su etiología es desconocida, pero es sabida su alta capacidad de generar dolor, principalmente relacionado con los días de la menstruación, denominado dismenorrea, por los acúmulos de sangre, en cavidades en crecimiento, que pueden también provocar infertilidad por causas mecánicas, ya que el hecho que dichas bolsas crezcan, pueden llevar a su ruptura, provocando la diseminación de su contenido, que generará adherencias, en los órganos genitales y vecinos, así como el malfuncionamiento de las Trompas de Falopio, he incluso su destrucción.
Se la considera responsable de generar embarazos extrauterinos, en trompas en malas condiciones, secundarias a las adherencias producidas por la propia enfermedad.
También se le atribuyen a la enfermedad causas hormonales de subfertilidad.
Es por todo ello que parece lógico, que el tratamiento inicial sea mediante sistemas hormonales, para evitar el crecimiento de dichos implantes, e incluso inducir su regresión, en vez de la cirugía, que, en algunos casos más avanzados, sólo, será imprescindible.
¿ Hay tratamiento para la endometriosis?
La experiencia nos permite afirmar que, mediante sistemas de depósito de progesterona, en muchos casos, podemos obtener resultados extraordinarios, haciendo regresar la enfermedad, dormirla, y conseguir posteriormente resultados importantes en cuanto a gestaciones espontáneas.
La endometriosis es incurable, es decir, puede reaparecer con virulencia en cualquier momento, si no la tratamos. Por ello pensamos que el cuidado de la paciente con endometriosis debe iniciarse en estadios tempranos, para evitar así complicaciones severas.
La única forma para la curación definitiva de la enfermedad es la extirpación de útero y ovarios, aunque con la menopausia la clínica puede mejorar en muchos casos. Dicha solución es tan extremadamente radical, que no es aplicable, salvo en casos muy seleccionados. Por ello se plantean siempre tratamientos paliativos, ya bien sean hormonales, analgésicos, alimenticios o quirúrgicos, con resultados muy variables.
Se trata pues de una enfermedad desconocida, invalidante, infertilizante y de alta repercusión e incidencia, por lo que es imprescindible su tratamiento y seguimiento estrecho desde su sospecha, aunque esta sea en la temprana juventud, para intentar evitar así su enorme trascendencia.
Para ello animamos al estudio temprano de la dismenorrea, principalmente en pacientes adolescentes, como dictan las directrices europeas, animando incluso a los médicos no especializados en ginecología, a pensar, que no es normal que la menstruación produzca siempre dolor.